Un sindicato andaluz, populista y con tintes anarcoides, ha asaltado un hipermercado, un "Carrefour", y ha cargado varios carritos con libros, cuadernos y material escolar, que se ha llevado sin pagar. Para los niños pobres, han dicho.
Pero la razón moral que puedan tener la pierden cuando lo que hacen es robar a una empresa privada que, legalmente, tiene un producto a la venta y da trabajo a cientos de empleados.
Cuando mi hija empezó a ir a la escuela, al "Lycée Français" de Barcelona, y los libros de texto, cuadernos especiales, lápices (*), etc., me salían muy caros, aprovechando un viaje a Perpignan tuve la idea de ir a comprarlos a una librería de allí con el convencimiento que, al no incrementarse con portes ni aduanas, los encontraría más baratos que en el establecimiento de Barcelona que tenía la exclusiva de su distribución y venta por cuenta de la escuela.
Sufrí un chasco cuando me dijeron que ni los tenían ni los habían tenido nunca ya que en Francia, y yo lo ignoraba al ser residente en el extranjero y no tener derecho a ello, tanto libros como cuadernos eran entregados directamente a cada alumno por los establecimientos escolares, totalmente gratis, ya que los sufragaba el gobierno. Desde siempre...
O sea, que cuando estos sindicalistas andaluces, especie de "Robin de los Bosques" modernos pero gilipollas, culpan a un hipermercado privado de los precios del material escolar, se equivocan, como tantas veces. Contra quién deberían reclamar y, en su caso, atacar, es al gobierno de España, que tiene de social lo que mis cojones tienen de violetas del bosque.
Coronel Von Rohaut
(*) Recuerdo que los lapices exigían que fueran de la marca suiza "Caran d'Ache", muy caros; y así todo el material...
Le sigo aún siendo libertario siempre sin comentar, pero no he podido resistirme esta vez.
ResponderEliminarSin ser de este sindicato, esta acción es simbólica, al igual que fue el caso de los carritos, es para llamar la atención en la sociedad de lo que están sufriendo las clases populares en este país, llamar la atención de que entre grandes robos, corrupción, pérdida de la soberanía con modificaciones constitucionales que vendieron el país a los capitales extranjeros tal como se va viendo con Grecia.
E igualmente también es una reivindicación de que las clase trabajadora es la que produce las mercancias que todos consumimos, tenemos el poder, no necesitamos de estados para vivir de sus ayudas, la clase trabajadora tiene el poder de hacerse valer contra este expolio de derechos sociales y laborales que sufrimos. Entiendo que no puedas compartirlo por ideología distinta, pero de gilipollas nada.
Gilipollas, personalmente, quizás no. Pero ingenuo e utópico, seguro. Yo heredé la biblioteca anarquista de mi tío materno: "El apoyo mútuo" de Kropotkin, etc.
ResponderEliminarPero el mundo real no funciona así.
Siempre tiene que haber alguien que mande (y por ende, alguien que obedezca). La disciplina y la jerarquía son imprescindibles para que las cosas funcionen.
Para lo que debemos luchar es para que funcionen mejor.
Por esto yo soy liberal y capitalista en economía (que es lo más eficaz), pero con gobiernos fuertes (y honrados, que es lo difícil) para imponer normas y controles.
Un cordial saludo.
Liberal y gobierno fuerte un poco incompatibles si que son....
ResponderEliminarSin entrar mucho en debates económicos, antropológicos y filosóficos no puedo estar de acuerdo, que te hayas vivido una vida militar y por tanto en estructura vertical no significa que la vida es extrapolable a la vida militar, para ello están las ciencias biológicas y antropológicas para demostrar que no es correcta tu concepción ideológica.
Ya que marcas tanto tus pensamientos una recomendación es que leas un poco sobre el mal llamado anarcocapitalismo, no es anarquismo como muchos jóvenes (avergonzados por sus ideas) que se acercan a esta filosofía capitalista la llaman: https://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo
Bueno, ya desde "La República" de Platón han habido muchas utopías y, a veces, partes de ellas han ido configurando nuestro devenir diario. Como Ricardo influyó en el Laborismo británico.
ResponderEliminarPero muchos de estos movimientos utópicos se han convertido en sectas...
Yo sigo creyendo en Adam Smith pero celebro que otros puedan seguir soñando.