Con motivo del anuncio de la transmisión, por TV3, de una serie sobre el rey Henri IV, de Francia, me da pie para hablar un poco de este monarca francés, descendiente de la dinastía de los Capetos, igual que los Valois a los que sucedió, pero primero de los "Bourbon".
Henri de Navarre pasó a ser rey de Francia como Henri IV y según casi todos los historiadores fue el mejor y el más amado de los reyes franceses. Su nieto, Louis XIV, fué un absolutista pero un genio de la política; pero luego sus descendientes ya salieron bastante tarados (*).
Y ya no digamos de la rama de los Borbones que luego se instaló en España mediante Felipe V, un nieto de Louis XIV y de una Habsburgo, Infanta de Castilla. Quizás influidos por el clima de Madrid (clima político de bajo nivel intelectual y corrupto), se transformaron en dignos ejemplos del centralismo hispano-castellano (copiado del importado centralismo francés pero sin aprovechar las ventajas administrativas de éste, por culpa de la incompetencia y falta de laboriosidad hispanas). Aquí ya reinaban la "picaresca", la sangría, la fiesta flamenca y la siesta.
Coronel Von Rohaut
(*) Tampoco su hijo, Luis XIII, había sido nada del otro mundo; pero tuvo la suerte de tener como Primer Ministro, al Cardinal de Richelieu. Un "crack".
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