Mientras el gobierno islamista moderado de Túnez que llegó al poder tras las "primaveras árabes" trata de evitar caer en el caos egipcio y su ejército combate a los grupos islamistas radicales próximos a Al Qaïda en diversos puntos del país, en Turquía, país laico constitucionalmente si bien de mayoría mahometana, el gobierno de Erdogan que, de boquilla, también se declaró como islamista moderado, cada día da más pasos hacía la islamización de la sociedad.
Ahora ha levantado la prohibición, existente desde hacía muchos años e instituida por el creador del estado turco moderno, Kemal Ataturk, que las mujeres lleven velos en edificios públicos estatales. Y ya se han empezado a ver velos entre enfermeras de hospitales públicos, maestras de escuela y en universidades (imagen de arriba), lo que era impensable hasta hace poco.
Y una presentadora de televisión, señalada por llevar un escote demasiado pronunciado, ha sido despedida de su trabajo...
Pasos atrás en la civilización de un país que venía pidiendo su ingreso en la UE, o pasos adelante hacía el regreso al salvajismo y fanatismo islámico.
Que si no se para con unas nuevas Cruzadas, una Batalla de Lepanto, una Batalla de Poitiers o una Batalla de Kahlenberg (Viena), acabará por dominar a Occidente, quizá solo por su avance demográfico imparable.
Una primera solución sería echar al mar a todos los putos sarracenos que han venido a instalarse a Europa y nos están invadiendo. No para que se ahoguen, no, eso no. Para que nadando o en barca regresen a sus putos países.
Y los que, de buena fe, quieran venir a Europa para encontrar mejores oportunidades y condiciones de vida, recibirlos con caridad cristiana (no dejando que se ahoguen como los pobres inmigrantes ilegales de Lampedusa), pero vigilando que se adapten, se integren a nuestra sociedad y no al revés y, una vez en nuestro suelo, acaten nuestras costumbres y se olviden para siempre de "sharías", degüellos de corderos en las azoteas y calles de nuestras ciudades, separación de hombres y mujeres en las piscinas y pabellones deportivos, exigencias de comidas especiales en las cantinas de las escuelas, disfraces de túnicas y albornoces y, para nada, las pobres mujeres por las calles con velos, pañuelos, burkas y otras mierdas.
O de lo contrario, otra vez al mar con ellos. Y esta vez con una piedra al cuello. ¡En defensa propia!
Coronel Von Rohaut
Mejor no dejarlos entrar y animar a irse a los que están.
ResponderEliminarP.S. que es lo que están haciendo los daneses.
ResponderEliminarPués bien por los daneses... y las danesas
ResponderEliminarJuegan con ventaja exportan (no mucho) gas y petróleo, al no depender de importaciones de países musulmanes cómo el resto de Europa, hicieron balance de costes y beneficios de la inmigración y procedieron en consecuencia. Mientras tanto en España con las tonterías de los ecolos.
ResponderEliminarNegandose a usar el fracking, cómo hacen en USA, en estos momentos camino de ser los primeros productores de gas natural y en camino de desbancar a los saudíes como primer productor de petróleo.
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