Como los malditos españoles o hispano-castellanos (porqué España es una obra de Castilla) que se pasan la vida diciendo que ellos nos son nacionalistas (*) pero mueren y matan para tratar de arrasar, destruir y aniquilar los nacionalismos catalán y vasco, la personalidad de las nacionalidades periféricas de la península ibérica, con el único fin de hacer prevalecer el suyo, el nacionalismo castellano.
Ahora en las Cortes españolas y arrastrados por la "pasionaria" Rosa Díez, la líder del partido UPyD, formación política cuya única actividad conocida, cuyo único programa electoral y de gobierno es el de calumniar a vascos y catalanes (pero más a los últimos que, como todo el mundo, en España, sabe que son los peligrosos para la integridad del estado español), han votado una resolución anti-catalana, que pretende blindar al nacionalismo español y que viene a decir que los catalanes no tienen ningún, repito, ningún derecho a ejercer su derecho a decidir, a decidir nada. Que si algún día se hiciera una consulta sobre el futuro de Catalunya, debería ser votada por absolutamente todos los españoles.
¡Es como si cuando los americanos redactaron su Declaración de Independencia, su separación del Reino Unido, hubieran tenido que pedir su parecer a todos los ingleses...!
Claro que previamente los españoles ya declaran sus intenciones cuando, repetidamente, dicen que "Catalunya es de España" (antes decían que Catalunya es España, pero ahora ya ni disimulan su Derecho de Conquista).
Y aparte de estos ataques jurídico-constitucionales y a través de declaraciones en la Cortes, el gobierno español, y esto es lo peor, sigue en su guerra total, guerra de extermino contra Catalunya, mediante el ahogo económico, cada día más asfixiante. A cada demanda de diálogo, responde con otro nuevo cañonazo.
Claro que yo estoy de cuerdo con el Junqueras, de ERC, cuando retóricamente se pregunta:
"¿Qué haremos cuando nos prohíban hacer la consulta?"
Y él mismo se contesta "¡La haremos!"
Coronel Von Rohaut
(*) Hasta han llegado a decir que ellos, de tan cosmopolitas (y no unos payeses provincianos y de campanario como los catalanes), son "ciudadanos del mundo".
Cuando en el mundo nadie los quiere, que a España la tienen por una mierda atada con un cordel...
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