Ahora que en el anterior "post" he citado a los celtas de Inglaterra, me viene a la memoria una aberración fomentada por el cine de Hollywood y sus "apaños" históricos.
En las películas de "Robin Hood" (o de los Bosques) y de "Ivanhoe" y otras, se da a entender que dichos personajes legendarios si bien más o menos inspirados en seres reales contemporáneos del rey Ricardo Corazón de León (*) o Ricardo I (de la casa Plantagenet, en la imagen), eran los valedores y defensores de los anglo-sajones, frente a los normandos invasores (y malvados). Y como si los anglosajones fueran los habitantes originales de las Islas Británicas.
Pero los celtas habitantes originales eran los "britanos", a los que los anglos y los sajones, tribus germánicas e invasoras, los habían casi exterminado anteriormente.
Y mientras los habitantes originales de Escocia eran los salvajes "pictos" (quién no lo era entonces...) que se enfrentaron a los romanos, siglos después los anglo-sajones (y los britanos que pudieran quedar) fueron invadidos, a su vez (pero nunca más en la historia), por los franco-normandos de Guillermo el Conquistador.
Coronel Von Rohaut
(*) Un normando, (biznieto de Guillermo el Conquistador, si no me equivoco) hijo de Enrique II y de Leonor de Aquitania, Duque de Normandía y de Aquitania, y Rey e Inglaterra pero que casi no vivió nunca en Inglaterra; hablaba habitualmente en francés y escribía poesía en occitano (la lengua de los trobadores y del país de su madre). Hermano mayor de Juan sin Tierra que le sucedió y concedió (a la fuerza...) la "Carta Magna" a sus súbditos ingleses, que lo celebran como el inicio del Parlamentarismo (si bien el catalán fue anterior en unos poco años...).
No confunda usted el parlamentarismo moderno, mi coronel, con las Cortes estamentales. La Carta Magna no es una constitución sino un fuero.
ResponderEliminarPero si que fue un inicio; un proto-parlamentarismo, podríamos decir y que marcó el camino a seguir en el futuro.
ResponderEliminarMenos en España, ella siempre tan retrógrada; y Francia, pero allí lo solucionaron con "Madame la Guillotine", tan necesaria a veces.