Si bien las instalaciones militares del atolón de Mururoa, en la Polinesia Francesa, fueron arrasadas despues del ultimo ensayo francés de 1996, quedan en la isla (que sigue siendo un espacio militar restringido) una pista de aterrizaje y unos 30 soldados (de la Légion, claro) que cuidan de la seguridad del sitio, cuyas caracteristicas radiológicas y geo-mecanicas (las explosiones causaron fallas en el subsuelo coralino) se vigilan desde satélites.
Ahora el Ministerio de Defensa gastará 50 millones de euros en la modernización de los sistemas de vigilancia y seguridad.
En Mururoa (en el bellísimo archipiélago de las Tuamotou) se realizaron un total de 179 ensayos, de los cuales 127 subterráneos (en la imagen superior).
Los ultimos missiles con carga termo-nuclear del arsenal francés y que equipan a los 4 submarinos de la FOST (Force Océanique Stratégique) y a los aviones del CFAS o mando de las fuerzas aereas estratégicas, con dos escuadrones de 20 aviones cada uno, ya no han sido ensayados en la vida real (*).
Coronel Von Rohaut
(^) Se han probado en vivo los vectores (disparo, guiado y propulsión) pero las cabezas de guerra solo lo han sido virtualmente, por simulación informática. Ya es suficiente...
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