Hace años (y ahora no recuerdo si ya lo he contado aquí) una persona de la burguesía catalana, accionista y consejero de los Ferrocarriles de Catalunya (el "Tren de Sarriá" y de Terrassa y Sabadell), entonces una empresa privada y ahora propiedad de la Generalitat que tuvo que rescatarla, adquirió, donde yo trabajaba, un coche de la marca "Lancia" (que todavía no era filial de FIAT).
Pidió que se lo entregáramos en su torre de Pedralbes ("chalet" es en Madrid), una mansión pero que tampoco llegaba a palacete... Fue a llevarlo nuestro técnico-mecánico, un italiano llamado Giuseppe (el apellido, que no diré, era como el de un famoso bandido de Cerdeña). Cuando Giuseppe se encontró con el cliente, un solterón, le dijo "¡caramba, señor marqués, veo que tiene usted un Rolls Royce en el garaje, cubierto con una funda!".
Y el señor marqués le respondió tranquilamente "si, es que no lo saco nunca y por esto me he comprado el Lancia para diario; pero es que en casa siempre hemos tenido Rolls, mi padre tenía uno, y mi abuelo también..."
Coronel Von Rohaut
PS - Ahora el "tío Carlos" (siempre venía acompañado de un sobrino que debía estar ansioso por heredar) tampoco tendría un Rolls, que se ha convertido en un coche vulgar de jeques árabes y demás "parvenus" y nuevos ricos...
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