A pesar de la destrucción que ha sufrido, tanto por causas internas (mala gestión, falta de visión general y de futuro, etc.) como externas (cambio del paradigma economico-industrial en el mundo, y la globalización internacional), está claro (y el post anterior lo atestigua) que la estructura productiva catalana está respondiendo mejor que la de todo el estado español a la hora de crear ocupación.
Y a pesar de la nula ayuda recibida del gobierno central (*), que está en otras dimensiones (especulación financiera y constructora, pelotazos y "burbujas", amiguismo, picaresca castellana, etc.).
Coronel Von Rohaut
(*) Más bien trabas, impedimentos, taxaciones e impuestos mal aplicados, falta de financiación pública, precariedad de infraestructuras, envidias políticas, incomprensiones, desencuentros y zancadillas.
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