Ayer, en el Congreso español, un 80% de los diputados votaron, a petición de la furibunda e histérica antinacionalista periférica (pero ultranacionalista centralista española) Rosa Díez, en contra del Proceso catalán de vía democrática hacía la secesión (pasando, de momento, tan solo por el derecho a votar, que ni esto Catalina y que si no quieres caldo, dos tazas...), y negando rotundamente "el derecho a decidir" de los catalanes (*).
En realidad, debe ser el mismo porcentaje general de España de buenas gentes, pacíficos súbditos habitantes de la España bananera, manipulados y debidamente adoctrinados, que nos nos puede ver ni en pintura.
A los catalanes, los hispano-castellanos (dirigidos por su líderes y doctrinarios) nunca jamás nos han ni amado ni siquiera respetado; solo nos han querido, y como derecho de conquista, para exprimirnos y vivir, en gran parte, a nuestra costa: ejemplo sangrante, el brutal expolio fiscal de los ultimos 30 años y que no cesa, más bien se incrementa hasta que la vaca ya se está quedando tísica.
Lo inaudito (bueno, solo en teoría y según lo racional; en la practica ya era de esperar) es que el PSC, imbécil y arrastrado por sus jefes de Madrid, hayan votado con el PSOE. con el PP y con la UPyD (los de Ciudadanos y de Vox todavía no han llegado allí pero, con su ideario únicamente pero duramente anticatalán, lo tienen fácil...). Aquí habían votado a favor, pero luego van a Madrid y les acojonan...(**).
¡Ah! Y "last but not least", no es cierto, como dicen algunos, que en España exista una campaña anti-Fútbol Club Barcelona, contra el "Barça", cada vez que este club gana algo importante deportivamente y se le quiere ningunear y hasta destruir por la vía judicial y fiscal. No, en realidad es todo la misma guerra total anti-catalana, llevada a cabo por Tierra, Mar y Aire y por todos los medios y en todos los frentes, y el Barça no es más que uno de ellos, pero muy simbólico. La España castellana solo busca, como viene haciendo a través de los siglos y a la historia me remito, la destrucción de Catalunya. Su arrasamiento nacional y aniquilamiento cultural para absorberla, deglutirla y diluirla en el magma intestinal castellano.
Y si los catalanes lo permitimos y no nos enfrentamos al enemigo, éste vencerá y cuando haya terminado con nosotros dirá, con la bendición de la Iglesia nacional-católica hispana, "Ite, Missa est".
Coronel Von Rohaut
(*) El único derecho que se nos ha reconocido siempre a los catalanes es el de pagar y sin rechistar; callados, humillados y arrodillados...
(**) A algunos, "charnegos" irredentos, desagradecidos y no asimilados, ya les va bien dejarse acojonar; hasta les gusta alinearse con el enemigo y ensañarse contra sus conciudadanos catalanes... (es la conocida venganza o síndrome del mayordomo).
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