Un periodista francés que está acreditado en Bruselas, aparte de quedarse estupefacto que los presidentes de los organismo europeos y después del referéndum celebrado en Crimea "se feliciten por la buena disposición y colaboración de Rusia en el tema de Ucrania" (*), aprovecha para quejarse del problema de las traducciones en los organismos de la UE, que muchas veces se circunscriben al omnipresente inglés.
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Pero este periodista se quedaría boquiabierto si supiera (y entendiese) que en un país de la UE como España, se permita y acepte que los jueces que ejercen en Catalunya ni siquiera tienen la obligación de conocer la lengua catalana...
Coronel Von Rohaut
(*) ¿Ya lo ha escuchado el García Margallo?
Estoy seguro que el trato a la lengua catalana en Francia es mucho mejor, mi coronel.
ResponderEliminarEn realidad a cualquier lengua que no sea el omnipresente francés, desde 1789.
ResponderEliminarA) El centralismo cultural y jacobino de Francia ya es conocido. España siempre ha intentado ser una mala alumna...
ResponderEliminarB) La diferencia es que, legalmente, el catalán en Catalunya es co-oficial, pero no se exige a los muy dignos señores magistrados, ni a muchos policías y guardia civiles, etc.
O sea, se les vé el plumero castellano-centrista.