O los ultimos de Filipinas, podría llamarse a algunos energúmenos hispano-castellanos o a personajes para-fascistas o filo-nazis, como algunos tertulianos de la caverna mediática, y el ínclito cardenal Rouco Varela, uno de los últimos representantes vivos del más rancio nacionalcatolicismo del pasado siglo (o de la España eterna, profunda y franquista/irredenta).
Cuando el mismo gobierno del PP, de forma honrada si bien con gran retraso, o simplemente forzado por las circunstancias y que la verdad siempre acaba por aflorar, ha renegado del conspiracionismo del atentado del 11 M, y ha reconocido que nada tuvo que ver la ETA ni el Partido Socialista, el malvado Rouco, en su último discurso de despedida o estertor final de su desgraciado mandato, ha sido capaz de decir que "lo hicieron personas que perseguían oscuros objetivos de poder". Sigue culpando del atentado a una conspiración interior contra el PP o contra "su derecha ultraconservadora"...
¡Ah...! Y para que no faltara nada, concluyó su perorata babosa recordando uno de los "leit motiv" de su carrera, haciendo mención del peligro que representamos los catalanes para "la sagrada unidad de su España".
Que claro que somos un peligro; de "su" unidad forzada nos queremos escapar a toda hostia y cagando leches...
Coronel Von Rohaut
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