Cuando ahora, en España y en la Opinión Publicada: tertulias cavernarias y hasta comentarios de personajes relevantes (en su pueblo), hablan de la corrupción del los ERES/EROS andaluces, del caso Bárcenas/Gürtel y, a partir de hoy, del nuevo caso descubierto de la malversación masiva de fondos europeos para cursos en Andalucía (otra vez), cada vez citan, como de pasada, el "caso Pallerols", que fue una malversación catalana, punible y criticable, pero de cuatro reales...
Y nunca se olvidan de criticar el dinero de todos los españoles que la Generalitat se gasta en "embajadas".
Bien, en el servicio exterior, "Diplocat", la Generalitat se gasta 2,6 millones. Y en Oficinas Comerciales, las "embajadas", invierte poco más de 2 millones. Nada que ver con los 800 millones que cuestan las 129 embajadas españolas y 92 consulados. Embajadas, muchas, inoperantes, y sé de qué hablo...
Ni nada que ver con los miles de millones de euros, sacados de los impuestos de los catalanes en gran parte, malgastados, derrochados y dilapidados en obras públicas inútiles, faraónicas e imposibles de amortizar ni sacar ningún rendimiento (salvo el del orgullo castellano y el ultranacionalismo y centralismo español).
¡Mamá, yo, cuando sea mayor, quiero ser ingeniero!
Para construir un cargadero, como el que había en Melilla para cargar en buques el mineral de hierro de las Minas del Rif, o el del puerto de Huelva para cargar el cobre de las minas de Rio Tinto (imagenes inferiores). Pero no para cargar minerales, que ya no quedan, si no para echar al mar a los "españolitos chorizos y fraudulentos".
Ya que no nos dejan independizar y hacer nuestro camino, nuestra vía catalana, por lo menos limpiemos España (por si hemos de quedarnos en ella, Dios no lo quiera...)
Coronel Von Rohaut
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