Al Funeral de Estado por el alma de Adolfo Suárez (*) no vinieron ni Dios ni su madre. España no pesa nada en el mundo...
El único jefe de estado que asistió fue el dictador guineano, negro, cruel y corrupto "ad infinitum", el Obiang, sobrino del Macías...
Por los USA, el delegado oficial al funeral fue el Secretario de marina. Está claro: para los USA, España solo vale lo que vale la base naval de Rota...
Coronel Von Rohaut
(*) ¿De verdad que hacía falta que, en la Almudena, oficiara el cerdo del cardenal Rouco?
El vicario general castrense hubiera sido más honesto...
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