Tal día como ayer, jueves santo, mi abuela me hacía ir con ella a "visitar monumentos"; y que contrariamente a lo que ahora pudiera parecer, no era visitar "casas de putas" ni bares de camareras. Si no que consistía en hacer un recorrido por un mínimo de tres iglesias, en las que estaba expuesto en el "monumento" o sea, en un túmulo rodeado de cirios, flores y palmones, un cristo tumbado en la cruz, y ante el cual se rezaban unas ave-marías...(*)
Claro que tampoco había mucho más que hacer, en aquellas fechas de los años 40' del pasado siglo...
¡Qué tiempos...!
Coronel Von Rohaut
(*) Me dicen que ahora, salvo en muy contados lugares que conservan la vieja tradición, ya no se expone un Cristo yacente, que ya no es moda. Solo el cofre que custodia las hostias consagradas en este día de vacaciones litúrgicas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario