Recuerdo que hace años, un conocido mío que tenía tendencia de ahorrarle a su hijo todo tipo de esfuerzo mental, le compró muy pronto un reloj digital y una calculadora portátil; cuando le decías que al niño le costaría aprender cálculo al perder capacidad de gimnasia mental, él respondía que no importaba puesto que la máquina ya se lo daba hecho.
Y el muchacho, que solo sabía decir la hora "a la española", a lo fácil (las tres y veinte, las diez cuarenta, etc.), cuando escuchó a mi hijo decirla "a la catalana" ("un quart i cinc de quatre"/un cuarto y cinco de cuatro, o bien "tres quarts menys cinc d'onze"/ tres cuartos menos cinco de once), que cada vez se utiliza menos, se quedó boquiabierto y, riendo como un tonto, le dijo a su padre "¡mira qué dice, el zutano...!". Naturalmente, el no saber utilizarlo (y es cierto que es dificil enseñarle la hora a un niño con el sistema catalán, mucho más complejo) a él le restaba agilidad mental y capacidad de aprendizaje...
Y ahora leo que el hecho de tener los números de teléfono a los que puedes tener que llamar, almacenados en agendas informáticas o en las memorias de los teléfonos (lo que a mí, he de confesarlo, ya me ayuda mucho) o sea, almacenadas "en la nube", le está restando a los humanos modernos capacidad de memorizar.
Igual que en su día se desprestigió a los sistemas educativos que solo se basaban en memorizar hechos y fechas, etc. Pero ejercer la memoria también ampliaba tus capacidades cognitivas: por algo a los animales que se les considera mas inteligentes (aparte del hombre) están algunos simios, los cetáceos y los elefantes; animales que está comprobado que tienen buena o mucha memoria, especialmente el elefante (capaz de tener sentimientos bastante elaborados).
Y la memoria del hombre, junto con su capacidad intelectual, pronto también estará "en una nube". O sea, en "la luna de Valencia".
Coronel Von Rohaut
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