Los soldados franceses siguen patrullando el territorio, persiguiendo a los terroristas e insurgentes que, fuertemente armados, amenazan a las poblaciones que a veces, aterrorizadas, se esconden en la selva. Los soldados han de tranquilizarlos y asegurar el territorio para que puedan volver a sus poblados.
Y en los grandes ejes de comunicaciones (pistas a través de la selva) han de descubrir y neutralizar los puestos de control (armados) creados por los insurgentes (más salteadores de caminos y delincuentes que soldados), donde causan exacciones a la población civil que intenta transitar (*). Es una forma de peaje "a la africana", ya que es muy habitual en las zonas en guerra o con enfrentamientos tribales...
Coronel Von Rohaut
(*) Media docena de milicianos, con Kalashnikovs y RPG's (armas rusas de las que circulan a millones por el tercer mundo), pueden causar muchos problemas.
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