Después de las fusiones franco-alemanas en el campo de la aeronautica (con el resultante de EADS/Airbus) en el año 2000, y de los missiles (resultante con MBDA) en el año 2001, la anunciada fusión entre los fabricantes de los carros pesados de asalto Leopard y Leclerc (con el resultante de KANT), es una gran noticia que refuerza las capacidades industriales europeas (*).
Pero lo curioso es que los británicos siempre se queden al margen y casi ninguno de los proyectos iniciados conjuntamente entre franceses e ingleses (aviones, barcos, etc.) haya llegado nunca a buen puerto. Los súbditos de Su Graciosa Majestad continúan conduciendo por la izquierda... y midiendo en pulgadas.
Coronel Von Rohaut
(*) Lástima del fracaso de la fusión Alsthom-Siemens (ferrocarriles y energía eléctrica y nuclear) y que la sociedad francesa rechazase la oferta alemana y optase por la oferta americana de General Electric.
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