En las fuerzas armadas anglosajonas a los oficiales superiores no se les aplica ningún prefijo y se les llama, directamente, general o almirante.
No así en España que, copiado de Francia, se les llama "mi". Pero este "mon" francés, que tambien quiere decir "mi", en realidad es una contracción de "monsieur" o sea "mon sieur" o, literalmente, "mi señor". Y en Francia se aplica a los oficiales superiores del Ejército y de la Aviación.
Pero no a los capitanes y almirantes de "la Royale", la Marine Nationale francesa, a quienes el gran Napoléon Bonaparte les suprimió el tratamiento, como deshonra cuando, junto a la Armada española, perdieron la Batalla de Trafalgar frente a la Royal Navy del almirante Horatio Nelson, primer vizconde Nelson y duque de Bronté.
Creo que ya lo he explicado otras veces, pero es que me hace mucha gracia: "Amiral...".
Coronel Von Rohaut
(PS) La flota franco-española estaba liderada por dos incompetentes, los almirantes Villeneuve y Gravina. Pero también sucumbió por un motivo tecnológico o de doctrina naval: los cañones ligeros de la flota inglesa se recargaban con mucha (mucha) mayor rapidez (cadencia de tiro) que los pesados cañones de la flota continental, a los que les costaba realizar una segunda andanada. No solo valió la superioridad táctica del almirante Nelson... ni que sus tripulantes fueran más profesionales y sus barcos mejor entretenidos o mantenidos, cuidados.
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