¡A la tercera va, ha de ir, la vencida!

Esta mañana unos periodistas recordaban que ya no se puede seguir movilizando el pueblo para forzar la independencia de Catalunya: se corre el riego de cansar, de aburrirlo, y que se encierre en su cascarón, se vaya a casa y mande a la mierda a todos los políticos.

No ya la pasada y bestialmente masiva movilización popular de la "Vía Catalana del 2013" (*) si no que yo recuerdo la ya entonces primera grandiosa manifestación del año 2012; yo ya no estaba, por motivos personales, en ningún partido, pero aún salí de mi casa y me llegué a la "mani". Justo al dar la vuelta a la calle y asomarme a la calle de Muntaner, en la parte mas alta de Barcelona, y zona que jamás se había significado por su nacionalismo catalán, quedé estupefacto al ver la riada de gente, familias enteras con los niños, y algunas con aspecto bastante "pijo", que alegremente, a pie y con sus banderas, se dirigían hacía la "mani" al grito de "Independència". ¡No seamos tímidos ni usemos eufemismos, lo que la gente pedía gritando no era ni el "derecho a decidir" ni el "derecho a votar", era la puta "Independencia"!.

Y ello solo ya hubiera legitimado que, al día siguiente y en el Parlament, que ya tenía mayoría nacionalista catalana, se hubiera proclamado la "DUI".

Pero entre los políticos catalanes se da mucho:

1. Una cierta cobardía personal, un exceso de prudencia o de falso "seny". Y no olvidemos jamás lo que dijo Macià: "Que un exceso de prudencia no nos haga traidores".
2. Algunos auténticos "botiflers". Unos traidores a la Patria Catalana, algunos hasta de buena fe, pero mezclados con verdaderos "quintacolumnistas", saboteadores infiltrados que luchan (legítimamente aún que se escondan) por la España castellana.
3. Y que en este país hay mucho "cagado". Desde siempre han faltado huevos, muchos huevos, que esto no es ni Irlanda ni el País Vasco (que, por cierto, cada vez me sirve menos como ejemplo a seguir).

Por ello la "V" de este año ha de ser la ultima manifestación reivindicativa. La del próximo año ya ha de ser solo conmemorativa y de celebración.

No olvidemos que hace poco el mismo Mas, y al igual que su mentor político el Jordi Pujol, no era independentista; él solo buscaba un mejor encaje de Catalunya en España, con mejor, una mucho más justa financiación, y respeto. Se volvió soberanista ante los repetidos portazos en todo el morro de los gobernantes españoles, gaznápiros, burriciegos y ultranacionalistas excluyentes españoles.

Se vió obligado a ponerse al frente del independentismo y guiarlo cual nuevo Moisés, antes que la riada popular le pasara por encima y le ahogara o lo mandara a casa. Por ello me río a carcajadas cuando, y hasta ayer mismo, escucho por las cadenas madrileñas a tertulianos descerebrados, tarados y falaces, afirmar que la gente, el pueblo catalán, se manifiesta arrastrado, engañado y con el "coco comido" por políticos fanáticos. Decir tamaña gilipollez les retrata: son lo que son y posiblemente su propia endeblez mental les impide valorar lo que dicen...

Pero es cierto que la decisión ya no puede dilatarse más. Ahora es la hora...

"Visca la República Catalana lliure"
"Visca l'Estat Catalá sobirá"
"Et delenda est Hispania" (**)

Coronal Von Rohaut

(*) Cuando en los Países Bálticos hicieron su "Vía", que sirvió de ejemplo y modelo para la catalana, al poco tiempo ya declararon su independencia, sin más ambages..."Sense més embuts".
(**) Que se destruya la Hispania castellana como pedía, para Carthago y machacona e insistentemente, Catón el Viejo, sabio político romano (en la imagen)...