Durante años, cada vez que se daban noticias sobre aquel delincuente común residente en Barcelona, el señor de la Rosa, desde los medios españoles nunca se olvidaban de añadir aquello de "el financiero catalán"; induciendo la tesis que todo catalán, si es un financiero, es un chorizo. Pero nunca precisaban su origen, o lugar de residencia, cuando citaban al Mario Conde, que la había hecho mucho más grande...
Luego llegó el turno del "caso Pallarols" y más tarde del "caso Palau". Y jamás citaban a los bandoleros valenciano/madrileños de la Operación Gurtel o al gran mafioso gubernamental, el "super crack" Bárcenas, sin mandarles un cariñoso recuerdo al Millet y al Montull. Era una obsesión que ahora se ha visto (desgraciadamente, y recalco lo de desgraciadamente y les ha caído del cielo), ampliada al "caso Pujol" y toda su numerosa prole, detrás de lo que tratan de esconder o minimizar a los Fabra y demás pájaros, y pájaras, levantinos. Y no digamos el gran amigo del Aznar, el Miguel Blesa (*) de Caja Madrid/Bankia, del brazo de Rodrigo Rato...
Pero hagamos un poco de memoria y resumamos de forma muy comprimida: puede haber, en el mundo mundial, un país, estado o colectivo social y humano, más vergonzoso, más sonrojante y vomitivo, o más profundamente patético, que uno en el que, como en la España castellana contemporánea, hayan coincidido en unas pocas generaciones, y convivan y se asomen sin vergüenza por las cadenas de televisión, individuos (tíos o tías) del cariz, del nivel intelectual, del pelaje, de la talla moral o de la catadura de los Marhuenda, Trillo, Jiménez Losantos, Belén Esteban, Arias Cañete, Ana Obregón, Zaplana, Aznar, Alicia Sanchez Camacho, Luis María Ansón, Montoro, la Cospedal que debe hacer felaciones "en diferido", el Miguel Angel Rodriguez "MAR", Francisco Camps, Isabel San Sebastián, el "dúo dinámico" Carlos Cuesta y Alfonso Merlos, la incombustible Curry Valenzuela, el Gallardón, Tomás Roncero, Alejo Vidal-Quadras, Rosa Díez, José Bono, Inda, Rojo o Tertsch, y tantos y tantos que me debo dejar ya que, de querer recordarlos a todos (cientos, quizás miles...) la lista se haría interminable y, aún, más asquerosa...
Pero mira tu si seremos diferentes (ni mejores ni peores, pero sí distintos...) que mientras en Madrid tenían al gran inquisidor y ultramontano cardenal Rouco Varela, el actual obispo de Solsona, Monseñor Novell, todo y siendo miembro confeso del Opus Dei, declara públicamente que los catalanes tenemos el inalienable derecho moral y legal de decidir nuestro futuro. Y de la meseta le han caído hostias a manta, consagradas y sin consagrar... que allí todo vale.
Coronel Von Rohaut
(*) No voy a excusar al Pujol, pero no se le puede negar su austeridad aparente y consuetudinaria o usual o sea, de siempre: sigue viviendo en el piso de cuando se casó y viaja en un pequeño SEAT (otra cosa son sus sinvergüenzas vástagos...). Mientras que el amigo de Aznar, el Blesa, y después de saquear impunemente Caja Madrid, no se esconde de vivir en un lujoso chalé madrileño y moverse en su "Ferrari"... Y al juez que intentó enchironarle, lo descabalgó de un puyazo en toda la cerviz.
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