"A Dios pongo por testigo" (y aquí podría ponerse, como acompañamiento o fondo musical, el "Tema de Tara", del film "Lo que el viento se llevó"...), que cualquier similitud entre mi posicionamiento político y la ideología del nuevo partido "Podemos", no tiene nada que ver con la realidad.
Pero cuando el populista (pero muy inteligente) líder de este partido hace sus propuestas económicas de futuro: jubilación a los 60 años, pensiones suficientes garantizadas, salario universal garantizado o renta básica universal (*), junto con no perder ni adelgazar las bases de nuestro actual estado del bienestar que son la educación universal y gratuita, y la seguridad social y seguro de enfermedad gratis y para todo el mundo, los políticos de "la casta" y, sobre todo, los iletrados tertulianos de la caverna mediática madrileño-centralista, le saltan a la yugular y le acusan de dar recetas utópicas e irrealizables y que, de llevarse a cabo, el país no aguantaría ni dos días.
Y ello es cierto bajo las actuales leyes (o falta de), normas, premisas, y statu-quo político-social.
Pero si las grandes fortunas individuales del estado español, las grandes corporaciones financieras o económico especulativas privadas o semi-privadas, así como las grandes empresas deudoras del amiguismo y de su cercanía al "BOE" y, cómo no, las multinacionales españolas y/o con intereses en España, pagasen aquí todos los impuestos que les correspondan y no se produjeran ni evasiones ilegales y fradulentas, ni legales y basadas en la ingeniería financiera, puede tenerse por seguro que habría dinero más que suficientes para implementar todas estas políticas sociales, por caras que fueran.
Solo con hacer aflorar (pero, claro, sin joderlas y hundirlas) todas las actividades de la economía sumergida y reducir drásticamente el fraude y la evasión fiscal, ya sería suficiente.
Pero no se hará. Ni interesa a los que tienen poder para hacerlo, ni hay cojones para levantar las alfombras ya que todo el país, la sociedad española en conjunto, está podrida por la carcoma de la corrupción económica y moral, y ello desde hace muchísimos años; ya está en el ADN de la sociedad española, la de la picaresca instituida e institucional.
Coronel Von Rohaut
(*) Que en un futuro bastante cercano y si no queremos que todo reviente, va a ser ineludible ponerlo en funcionamiento ya que, con las nuevas tecnologías productivas y la globalización mundial de la economía, ya nunca jamás volverá a haber trabajo para todo el mundo o, por lo menos, en Occidente y especialmente en la Europa del Sur, pleno empleo no eventual o precario, y de buena calidad.
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