Esta explicación es para los que no son catalanes.
En Catalunya se ha venido en llamar, desde tiempos inmemoriales, "societat civil catalana" al hecho que el pueblo catalán, muchas veces huérfano de ayudas (cuando no de trabas e impedimentos de toda suerte) por parte del gobierno, extranjero y muchas veces enemigo, hispano-castellano, se ha sabido reunir en Ateneos, Coros y Orfeones, Centros Excursionistas, Centros y Asociaciones Políticas (que no solo Partidos), Culturales, o de Teatro, Bibliotecas Municipales y Centros Privados de Lectura, entidades de socorro y de ayuda mutua, cooperativas culturales y de consumo, agrupaciones vecinales, y un largo etcétera, que en muchas ocasiones han suplido y sustituido, más que complementado, la acción cívica que no realizaban las autoridades ocupantes regidas desde Madrid.
Que ahora, un grupúsculo de catalanes anti-independentistas (luego, anti catalanes o "botiflers") se hayan otorgado el nombre de "Sociedad Civil Catalana", es un insulto a la catalanidad, una befa al catalanismo, un escupitajo a la Patria. Y debería ser sancionable, por ejemplo, fusilarlos con toda legalidad y previo juicio, como unos "Quislings" cualesquiera (*). O echarlos del país ahora que la pena de muerte (y yo que me alegro) ya está en desuso en los países de la Cristiandad.
Coronel Von Rohaut
(*) Del noruego Vidkun Quisling, gobernador "nazi" de la Noruega ocupada y que, terminada la guerra, fue fusilado por apoyar la ocupación alemana de Noruega. El nombre devino en genérico para designar a todos aquellos que apoyan y colaboran con fuerzas ocupantes enemigas.
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