viernes, enero 23, 2015

Tutankhamon

Hace muchos años que los gobernantes egipcios, así como muchos dirigentes y llamados intelectuales de paises que fueron colonias de estados europeos (y que, por lo tanto, y lo reconozco, fueron debidamente expoliados de muchos de sus bienes culturales) vienen reclamando que les devuelvan las obras de arte y/o arqueológicas que ahora permanecen expuestas  o conservadas en grandes museos occidentales.

Pero hoy me entero que la famosa máscara mortuoria del gran faraón Tutankhamon, que está en un museo de El Cairo, sufrió un accidente y se le rompió la prominente barba. Y a algún funcionario inculto y analfabeto o incluso a algún jefe de conservadores un poco salvaje, no se le ocurrió otra idea luminosa que pegarle el trozo roto con una vulgar cola industrial. Supongo que una cola de impacto tipo "Araldit" o, incluso, algo menos tecnológico (si bien un gran invento) como el mismo "Super Glue".

Ojalá hubiera estado conservada, bien, en el British Museum de Londres. Y ojalá ni este museo de Londres, que tiene la mayor colección mundial, ni el Louvre de Paris, devuelvan jamás sus colecciones de momias egipcias. En su país, no durarían.

Cómo las famosas "cariátides" del Erecteón de Atenas y que una, junto con varias esculturas del Partenón, se la llevó a Londres un gobernador británico.
Y, sin duda, en el British Museum está mas protegida que en su lugar original, que ha sufrido desde terremotos a guerras, pillajes y destrucciones.

Rezo cada día para que ni ingleses ni franceses devuelvan nada a paises tercermundistas o asimilados, incapaces de su conservación...

Por ejemplo, con unos amigos visitamos una vez el monasterio benedictino, medio en ruinas medio restaurado e incluso habitado por unos pocos monjes, de Sant Miquel de Fluixà, al pié del Canigó, en el Rosselló o Catalunya Nord (francesa). Donde le falta una parte del claustro románico que un día fué vendido a anticuarios y, finalmente, lo adquirió un coleccionista americano.
Y un tiempo después y con mi esposa y los mismos amigos, visitamos, en Nueva York, el museo "The Cloisters", donde guardan dicha parte de claustro y han reproducido un jardín con plantas identificadas, propias y oriundas del lugar de origen del claustro: la falda norte del Pirineo.
Juro que estaba mejor conservada la parte trasplantada o trasladada a Nueva York que la que permanecía en su lugar.
Por el mismo motivo me opongo a que el obispado de Lleida devuelva a Aragón las obras de arte sacro, que reclaman, custodiadas en su Museo Diocesano y que fueron trasladadas desde diversas iglesias románicas de la Franja de Ponent que, en aquel momento, dependía, como siempre había dependido eclesiásticamente, del Obispado de Lleida, y traspasada al de Barbastro (Huesca) por motivos políticos en época franquista. Y donde estaban mal conservadas por la inclemencia del tiempo y la desidia de poblaciones pequeñas que no podían sufragar su restauración y mantenimiento. Y en Lleida han estado perfectamente mantenidas y custodiadas. Y así han de seguir, que aquella comarca de La Franja es, histórica y sociológicamente, Catalunya... Por lo menos lo era, según las demarcaciones tradicionales de la Iglesia, que en conocimiento histórico, no la gana nadie.

Coronel Von Rohaut

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