Jóvenes chicas Kurdas, la mayor de 27 años y algunas regresadas a Siria desde su diáspora en Europa y con 18 años y hasta menos, se entrenan como tiradoras de élite ("snipers") para combatir y causar cuantas más bajas mejor (alguna ya lleva una docena de "neutralizaciones") entre los guerrilleros del ISIS (el Estado Islámico de Siria y Levante).
En la habitación adjunta a la que se encuentran riendo y tomando té, disponen de un arsenal de fusiles americanos M4, Dragunovs fabricados en Hungría y hasta fusiles Zagrov de calibre 50, fabricados localmente.
Las mujeres son las más amenazadas si triunfan los islamistas e imponen su "sharia". Y las chicas kurdas no están dispuestas a dejarse vencer.
Recientemente, las milicias kurdas reconquistaron la destruida ciudad kurda de Kobane, en el norte de Siria.
Coronel Von Rohaut
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