Prácticamente la piratería, cutre y económica, frente a las costas de Somalia y Golfo de Aden puede darse por concluida. En los ultimos meses han descendido las alarmas y o denuncias por parte de las marinas de distintos países y la captura de piratas ha sido de cero en lo que llevamos del 2015.
Muchos piratas (la mayoría pobres pescadores de las esquilmadas aguas costeras africanas y que han tenido que cambiar de "oficio") han sido juzgados y encarcelados.
Lo que no parece tener fín es la endémica y casi folclórica piratería del Estrecho de Malacca, entre Malasia y Singapur, donde operaba el literario y luego televisivo Sandokán "El Tigre de Malasia" (en la imagen).
Coronel Von Rohaut
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