Hasta se me ha hecho dificil de creer...

Hace unas semanas el muy Ilustre y Excelentisimo Señor Ministro de Interior de España, Don Jorge Fernández Díaz, un individuo extremadamente conservador, carca, retrógrado y ultranacionalista castellano, nacido en Barcelona pero no catalán (no lo ha querido ser nunca) e hijo de un militar vallisoletano llegado aquí como fuerza franquista ocupante, dijo y sin que se le escapara la risa por su cinismo, que una Catalunya independiente sería un nido o refugio de "djihadistas" o terroristas islamistas (además de todo tipo de mafiosos y delincuentes, la vírgen santísima nos proteja...).

Y ahora, hace poco, los Mossos d'Esquadra (la Policia Nacional catalana), estaba haciendo una operación antiterrorista, con la detención, y primero seguimiento, de elementos musulmanes sospechosos. Y, al parecer, detectó que algunos de los presuntos terroristas estaban siendo avisados que les vigilaban, por parte de unos Policías Nacionales españoles, de los que están a las ordenes del señor Fernández Díaz, de Madrid.

La Policía catalana denunció ante un Juez español (no hay otros) a los policías españoles sospechosos de tales avisos que habían interferido en su operación anti-terrorista, pero el señor Juez desestimó detenerles o imputarles, o lo que cojones se llame esto.

Y ahora el muy Excelentísimo Ministro Fernández, en lugar de presentar excusas, ha salido diciendo que "aquellos que no tienen sentido de estado (se debe referir a los policías catalanes que, al ser catalanes, no entienden de estado al no haberlo tenido nunca en los tiempos modernos, o no tienen suficiente formación policial al parecer del señor de Valladolid) pues mejor que no se metan en ésto...".

¿Coño, no se lamentaba que no los vigilaríamos suficientemente...? (*)

No voy a insultar al señor Fernández para no meterme en líos y porqué tengo amigos y conocidos míos, demasiado finos, que se ofenden un poco cuando mento las madres de según quién y sus eventuales posibles oficios poco recomendables.

Pero ahora mismo y utilizando una metonimia eufemística, diré que ya me estoy desabrochando el pantalón para sentarme en el inodoro y focalizar todo mi pensamiento en un objetivo presumible.

Coronel Von Rohaut

(*) Hostia, es que esto es muy fuerte, ¿eh, tú?