El Papa piensa modificar las fechas de la Pascua y la Semana Santa para dejarlas en unas fechas fijas y no dependientes de las oscilaciones (si bien previsibles) de los años lunares.
Ya en su día se hizo algo similar al establecer una fecha fija (y totalmente aleatoria) del día del nacimiento de Jesús de Nazaret; y se estableció la fiesta de la Navidad cerca del solsticio de invierno, igual que se hizo con San Juan en el solsticio de verano. Ello permitió que la gente siguiera celebrando, ahora legalmente, unas fiestas solares, ancestrales y paganas.
Bien por el Papa Francisco, que la Semana Santa no suba y baje, y dejemos el calendario lunar para que los putos moros celebran su mierda de Ramadán...
Coronel Von Rohaut
(En la imagen, una Mona de Pascua catalana)
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