El ya ex-ministro de educación ha sido un pésimo ministro y además se regodeaba haciéndose el antipático. Y celebro haya caído.
Pero no nos engañemos: su política de "españolizar" a los niños catalanes no era "su" política; era "la" política del Rajoy y del PP entero; es más, diría que es el objetivo último, el "sueño húmedo" de toda la España castellana.
Y su sucesor, Íñigo Méndez de Vigo y Montojo, marqués de Claret, es hijo de un general africanista y hace años se manifiesta como furibundo contrario a la posible independencia de Catalunya (y hasta de la de Escocia, que a ver a él qué le iba en esa fiesta...).
Cada día queda más claro: para los catalanes no hay otra solución, ni a la corta ni a la larga y se mire por donde se mire, que huir por piernas de esta alcantarilla castellana en la que nos ahogamos cada vez un poco más...
Coronel Von Rohaut
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