Me cuentan que la nueva alcaldesa de Barcelona, la populista Colau, en un mitín en el distrito de Sant Martí y que empezó hablando en catalán, cuando un concejal le dijo que, quizás, entre el público hubieran personas castellanoparlantes, dijo "no tengo ningún problema, puesto que hablo las dos lenguas, lo haré en castellano".
Pero sí que tiene un problema, y se cargó todo un montón de años en los que hemos luchado para poner en su lugar preminente el catalán, la lengua propia de nuestro país, en las Instituciones catalanas.
Lo que tendría que haber hecho es seguir hablando en catalán, explicando el porqué lo hacía y, luego, puesto que lo sabe, hacer un resumen de lo dicho, en castellano. Que es una vergüenza si todavía queda alguien que, despues de tantos años, no entienda la lengua de aquí...
Pero no, ella prefirió bajarse las bragas.
Por lo que, para mí, esta señora, además de una maldita populista, se ha puesto a la altura de cualquier barragana irredenta (o putón verbenero) y ya no me merece ningún respeto.
Coronel Von Rohaut
(PS) Y una mierda hubiera cambiado de lengua un alcalde alemán, en cualquier ciudad alemana, por más inmigrantes extranjeros que hubieran y no precisamente recién llegados...
Del Angel Ros, alcalde de Lleida (ahora nuevamente Lérida por su acuerdo con los "botiflers" de "Ciudadanos") ya ni quiero hablar. Éste iba de "sociata soberanista" hasta hace poco, pero se ha cambiado la chaqueta como si fuera un guante; se ha vendido por un plato de lentejas... ¡Malditos roedores!
¡No anem bé...!
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