El cántabro Revilla es un populista desmadrado pero que, a veces, acierta.
Como ahora cuando dice que hay que cerrar el Senado, nido de vagos.
Efectivamente, el Senado español es un "cementerio de elefantes" donde los partidos mandan a sus ex-dirigentes, viejos, caducos y/o fracasados, para que tengan un fín dulce y bien alimentado.
El colmo ha sido ahora, cuando el PP ha mandado, de una tacada, el balear (*) Bauzá, la aragonesa Rudi y los valencianos Fabra y Rita Barberá. Vergüenza me daría solo el pasar por delante del edificio que alberga tamañas y monstruosas alimañas carroñeras.
Coronel Von Rohaut
(*) Que en realidad es madrileño y durante todo su mandato ha luchado contra la lengua catalana (la original de Baleares) como un auténtico poseído y babeante endemoniado.
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