viernes, julio 24, 2015

Unas reflexiones inocentes y sin acritud sobre el nuevo Rey español


  1. Que venga a reñirnos a los catalanes un buen hombre que no ha sido ni votado ni escogido por nadie y que está a la cabeza del estado español por una costumbre antediluviana que le otorga derechos por los huevos (los espermatozoides) de su padre.
  2. Que nos diga que "hay que respetar la Ley" un individuo que, gracias a una Ley especial, es "jurídicamente irresponsable" o sea, que no ha de someterse al control de ninguna Ley. (*)
  3. Que se muestre claramente valedor de un bando (el hispano-castellano) sobre el otro, y contradiciendo la doctrina que proclama que el Rey ha de ser árbitro, pero que voluntariamente se ha erigido en juez y parte.
  4. Que venga a tocarnos los cojones un señor, descendiente de una dinastía que ha estado siempre enfrentada a los catalanes, que ha sido nuestra enemiga perenne y constante.
Pues a mi me causa un cierto asquito,

Ahora bien, ni me sorprende ni lo critico ya que está en su lugar y actúa como ha de actuar y dice lo que ha de decir siendo, como es, el Jefe del bando contrario, de los "otros".

Y nosotros, lo que hemos de hacer y ya estamos en ello, es desobedecer una Ley que no es la nuestra, pero no para incumplirla (lo que siempre resulta feo) si no para sustituirla por una de nueva, una Constitución catalana mayoritariamente votada por el pueblo catalán y que voluntariamente acataremos y obedeceremos pues ya no será la Ley de nuestros enemigos (**).

Coronel Von Rohaut

(*) En Francia y con la legitimidad que les daba la "Révolution Française" hija de La Ilustración, lo solucionaron con la guillotina. Ahora ya no es tiempo y ya no se lleva...
(**) Como hicieron los habitantes de las Trece Colonias, que echaron al mar unas leyes inglesas abusivas y discriminatorias o sea, las desobedecieron galantemente, pero para presentar al mundo una Declaración de Independencia y una nueva Constitución ("We the people"), que fueron modélicas.

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