Cada año se abandonan, por personas sin entrañas, miles de perros que luego no todos pueden ser adoptados por falta de familias voluntarias (y porqué cuidar de un perro cuesta tiempo, sacrificio y dinero y los que los abandonan deberían haberlo pensado antes de comprarlos irreflexivamente).
Y hoy leo en un periódico: "Hace dos años adoptamos un perro de una perrera donde había sido recogido después de abandonado, y hoy es el animal más agradecido que hayamos tenido jamás, y ya no está triste...".
Yo siempre he tenido claro que muchos perros son mucho más humanos que las personas o energúmenos que los abandonan, y ya no digamos los que los maltratan. A los que yo, el castigo que les impondría y a fé de Dios, sería ejemplificante...
Coronel Von Rohaut
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