Podemos seguir pasando décadas discutiendo como repartimos las migajas autonómicas, los míseros cuatro reales que el estado hispano-castellano nos asigna, magnánimamente, a los catalanes. Y luego criticar (los hipócritas y farisaicos unionistas, claro) a la Generalitat y al Mas, por hacer recortes en el estado de bienestar.
O podemos decir "PROU", "BASTA", y votar masivamente a "Junts pel sí" (o a la CUP los que sean más de izquierdas pero honestos y no sinvergüenzas) en las próximas elecciones, y activar la independencia y creación de una República Catalana soberana y libre, y poder disponer de todos nuestros recursos, bienes y patrimonio, impuestos y dineros.
Tu decides, tu escoges, tu mandas...
Coronel Von Rohaut
(PS) En todo el mundo es un paradigma aceptado aquello de que "quien paga, manda". Menos en España donde los catalanes (todos los que vivimos en Catalunya) pagamos, y mucho, y luego no pintamos nada en el reparto, uso y priorización de los dineros. Que se los llevan de Catalunya, nos los expolian y luego ellos, los castellanos que sí que son los que mandan, se los malgastan en obras faraónicas y megalómanas, inútiles o no prioritarias, y nunca rentables (salvo políticamente y en el sentido castellano-céntrico), como lujosos AVES radiales desde Madrid (¡claro!) y a pueblos y pueblines donde no los cogerá nadie y jamás se amortizarán, autovías gratuitas por la ancha Castilla y por las que no circulan ni coches, etc.. Igual que no aterrizan aviones en las docenas de aeropuertos duplicados, infrautilizados o ni estrenados.
Mientras, en Catalunya, los renqueantes trenes de cercanías y regionales, con miles de usuarios frustrados, se caen de viejos y sufren continuas averías y retrasos. Tramos de carreteras nacionales y con un tráfico mayúsculo siguen sin terminarse años después de iniciados (o ni han sido empezados). Accesos ferroviarios de ancho europeo al puerto de Barcelona, mil veces prometidos por múltiples ministros (que cuando regresan a Madrid y lo cuentan a sus funcionarios, deben carcajearse como locos o sea, descojonarse de la risa...), siguen sin hacerse. Como sigue en el limbo el necesario "Corredor Ferroviario Mediterráneo", que hasta la UE comprometió su financiación pero, como que no pasa por Madrid, el gobierno estatal lo tiene bloqueado, saboteado, desde hace muchos años...
"Terrorismo" se llama esta figura. Y no sigo con las comparaciones, ni quiero volver a tratar el tema del aeropuerto de Barcelona, porqué me sube la bilirrubina...
Mecagüen Diez, qué mala leche me coge.
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