lunes, septiembre 07, 2015

Si España fuera o fuese un país honesto, yo hasta lo celebraría...

Que se dictase una Ley (como la que prepara el PP) que obligase al cumplimiento de todas las leyes dictadas por Tribunales españoles (Superior y Constitucional).

Porqué de esta forma se obligaría al Gobierno Central hispano-castellano que acatase y cumpliera con muchas sentencias dictadas por tales Tribunales y que en alguno casos le han dado la razón al Gobierno catalán y que, repetidamente, han sido obviadas (o sea y en román paladino, se las han pasado por el forro de los cojones) por las autoridades centrales de Madrid.

Trece sentencias a favor del traspaso a Catalunya del 0,7% del IRPF para temas sociales, la conculcación del Principio de Ordinalidad fijado en el Estatut (una Ley Orgánica española), la negativa repetida a traspasar las cantidades establecidas en la Disposición Adicional Tercera., etc.

La negativa a traspasar las Becas, con sentencia favorable del Tribunal Constitucional. De las becas del gobierno a los estudiantes  (y a pesar de su peso demográfico y aportador de ingresos) a los de Catalunya solo les llega un 5%.
El grueso de las becas se queda casi todo en Madrid. Es aquello de que el que parte y reparte se queda con la mejor parte... y se caga en la Ley; su propia Ley y sus propios Tribunales.

Bienvenida una Ley que obligase al gobierno español a cumplir su propia Ley, que siempre conculca cuando (raramente) no le es favorable. Pero España no es un país honesto; es un país mafioso y delincuente.

Coronel Von Rohaut

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