Escucho que el diseñador Javier Mariscal, uno de aquellos jóvenes "progres" y españolistas que medraron alrededor del alcalde Maragall (y que algunos figuraron luego entre los fundadores del partido "Ciudadanos"), está arruinado y lo pasa mal.
Bueno, lo siento, pero no me importa demasiado; haber parido aquellos dos horribles adefesios como fueron el perro "Cobi" y la "gamba" del Moll de la Fusta (*) ha de tener un castigo...
Coronel Von Rohaut
(*) Todo el primer arreglo, maragalliano y con la colaboración de un impresentable, un tal José Acebillo, igual que otras actuaciones urbanas llevadas a cabo por éste último, maño por más señas, fueron un fiasco. Obra que tocaba, obra que la cagaba (como un paso subterráneo en Gran Vía o unos depósitos pluviales que se inundaron el primer día que llovió)...
Y la gamba del Mariscal, ahora preservada en una pérgola después de la segunda remodelación del Moll, y que queda mejor que en su emplazamiento original, unos chiringuitos inhabitables y mal diseñados (imagen superior), que tuvieron que acabar cerrando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario