... Para los catalanes, no es otro que los catalanes somos pocos.
Solo algo más o menos de la mitad del total de cuantos aquí vivimos. Que no es catalán todo el que vive y trabaja en Catalunya, si no todo el que ha nacido o vive y trabaja en Catalunya, pero quiere serlo y sentirse.
Y la otra mitad son personal sobrevenido, llegado en épocas mas recientes y muchos de los cuales (no todos, afortunadamente) no desean integrarse totalmente en nuestra cultura e idiosincrasia y, legítimamente, quieren seguir siendo hispano-castellanos residentes en Catalunya y, con su poder demográfico, quieren imponer, aquí, su forma de vida de allá y, muy especialmente, mandar ellos (*).
Y lo están consiguiendo a través de los votos; ver los resultados de las últimas elecciones en el área metropolitana de Barcelona y grandes poblaciones de Catalunya con mucha carga charnego-inmigrante (y lo digo así de forma descriptiva, y no peyorativa ni insultante ya que no tengo "animus injuriandi").
Porque los catalanes auténticos (y permítaseme esta discriminación), somos (no todos, coño, que la unanimidad ni siquiera es buena) muy mayoritariamente, "INDEPENDENTISTAS".
Véase, para ello y también, los resultados electorales de todas y cada una de las demarcaciones de las comarcas de Girona o de las interiores de Barcelona, Lleida y Tarragona. La Catalunya indigena y auténtica, más étnicamente pura y no (tan) contaminada por el fenómeno de las distintas "marchas verdes inmigrantes" que aquí han tenido lugar.
Y de no conseguir la independencia y soberanía plena para administrar nuestros propios y abundantes recursos en beneficio de (todos) nuestros habitantes, pero sin que nos sean expoliados y luego sean malgastados en obras inútiles i faraónicas por las Españas, adiós a la Catalunya que ha sido y que ya ahora mismo está siendo ahogada, financiera y fiscalmente, por el gobierno central castellano... (**)
Y cuando el gran obispo catalanista, Torres i Bages, a finales del siglo XIX dijo aquello que "Catalunya serà cristiana o no serà", hubiera podido limitarse a decir "Catalunya serà catalana o no serà rès".
Para leer este trabajo con plena propiedad, poner y escuchar la Marcha Fúnebre de Chopin, en
Si bemol menor (que puede clikarse aquí) o, si lo preferís, la Marcha Fúnebre de Sigfrido, del "Ocaso de los Dioses" ("Götterdämmerung") de Richard Wagner, que no enlazo por ser más larga, como todo lo wagneriano.
Coronel Von Rohaut
(*) ¡Ojo, que dentro de muy poco esto mismo ("A la victoria por el vientre de las mujeres") es lo que los musulmanes aquí llegados y hasta ya aquí nacidos, los "putos moros", nos harán a todos y sin miramientos, a catalanes y castellanos de Catalunya...!
(**) Que cada vez que, por las teles y los medios de comunicación, tertulianos pesebristas y paniaguados, así como políticos y líderes castellanos, indigentes intelectuales o, descaradamente, malvados, nos dicen que la Generalitat sobrevive gracias a los dineros que nos transfieren desde Madrid (pocos y tarde, o véase los retrasos en cobrar por parte de farmacias y otros servicios sanitarios, educativos y sociales), se les olvida siempre decir que lo que nos mandan son los dineros que previamente nos han cobrado ellos aquí con nuestros impuestos, se los han llevado y que, debidamente cepillados y recortados, nos los prestan luego como si fuera una dádiva generosa del gobierno central, que tanto quiere a los catalanes...
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