¿Qué queda del franquismo?

Una cadena catalana hace esta pregunta a sus oyentes, pero las respuestas no me interesan. Ya lo puedo contestar yo mismo, que nací justo 15 días después de la entrada de las tropas fascistas por la Diagonal de Barcelona, entre las que iban muchos padres y abuelos de algunos de los actuales líderes de la sociedad catalana en su vertiente de "Fuerzas de Ocupación"; sobre todo los que siguen actuando como "quinta columna" del españolismo traidor injertado en la sociedad catalana.

¿Qué queda en España hoy, 40 años despues de su muerte? Pues casi todo. A la desaparición física del dictador (que murió en su cama ya que nadie le echó como ocurre con tanto dictatorzuelo de menor pelaje) se instauró una Democracia formal (la famosa transición pactada para que ningún criminal ni chorizo del régimen, que los hubo a montones, tuviera que rendir cuentas y todo quedase atado y bien atado).

Y ahora, 40 años más tarde y en pleno siglo XXI, lo importante no es lo frívolo de cuantas placas y nombres de calles quedan, si no que siguen mandando las mismas oligarquías hispano castellanas, los hijos, nietos y sobrinos de tantos ministros y militares que sirvieron con Franco y, muy especialmente, las mismas mafias o familias dinásticas de Altos Funcionarios del Estado español (tanto civiles como militares), que llevan mangoneando desde hace siglos, esté quién este formalmente en el poder, y que son los que mantienen el centralismo,  integrismo e imperialismo castellano, sea de izquierdas o de derechas, que casi tanto monta.

¡Perdieron Cuba pero se aferran, como hienas hambrientas, a mantener Catalunya bajo su poder exclusivo, excluyente y rapaz,  para poder seguir exprimiéndola hasta la extenuación! (*)

Coronel Von Rohaut

(*) Un pequeño ejemplo, sencillo pero no nimio ni económicamente intrascendente, la centralización-nacionalización de puertos y aeropuertos de España (en la imagen, más los inoperativos de Castellón y Ciudad Real) y de los que solo 9 son rentables (ni el de Madrid); los demás, deficitarios, los mantienen los beneficios hurtados al de Barcelona-El Prat, más algo Málaga, Palma y algún otro. Lo que no ocurre en ningún país occidental, demócrata y civilizado de nuestro entorno.

¡Ah, sí, y el mantenimiento de jurisdicciones centralizadas de Tribunales Especiales...!