Yo soy el arzobispo de Cuenca-sur-Mer.
¡Que por esto nos queremos ir...!
Al bueno del Mas Colell (profesor de Harvard), que hasta está dispuesto a arrodillarse para que los proveedores de la Generalitat cobren, está siendo humillado por el Montoro (un economista chichinabo), por el Gobierno Central hispano-castellano, que le obligan a bajarse los pantalones en la vía pública si quiere recibir un dinero que, ojo al parche, en realidad es nuestro ya que sale de los impuestos que nos cobran a los catalanes y se lo llevan para repartírselo los mesetarios y luego nos lo dosifican en cuenta gotas y tarde, y elevando la ofensa y la abyección al límite para castigar al representante de los que hemos votado algo que no les ha gustado a los invasores inquisitoriales, míseros pero soberbios e imperialistas.
Tiene que arrastrase para que le llegue un dinero mil veces prometido y mil veces escamoteado por los trileros gubernamentales hispano-castellanos.
¡Y que, en realidad, ya solo son las migajas de todo lo que en puridad es nuestro y nos roban!
Pero es que, ademas, les hemos de dar cuenta, céntimo a céntimo, en que gastamos el dinero que es nuestro, como si administraran el peculio de un niño retrasado.
Y no contentos con tantas afrentas humillantes, se pasan la autonomía de la Administración catalana por el forro de los cojones y deciden pagar ellos directamente a los farmacéutico la deuda que han obligado a acumular con su ahogo fiscal, como dando a entender que si lo mandan a la Generalitat esta no les pagará y se gastará su dinero en otros caprichos... (Lo que jamás han demostrado...)
Cuando la realidad es que todo se debe a que ellos, chorizos empedernidos y genéticos, no mandan a tiempo todo el dinero, nuestro, que nos corresponde.
¡Maldita España, malditos gobernantes castellanos, malditos bandoleros y salteadores de caminos sin vergüenza, ni ética ni moral!
Coronel Von Rohaut
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