La alcalde de Barcelona, Ada Colau, que fue el alma del progreso electoral del partido catalán que actúa como franquicia de Podemos y que quiere aprovechar su empuje, ha decidido pasar del liderazgo de Pablo Iglesias y crear su propio partido que, en Catalunya, tome el lugar de los nuevos "lerrouxistas", obteniendo votos de la izquierda al poner las reclamaciones de tipo social por delante y enfrentadas a las de tipo nacional catalán y así ganar poder entre todavía muchos de los catalanes hijos de la inmigración andaluza y extremeña.
Y para reforzar su catalanidad, pondrá como mascarón de proa de su programa el conseguir el antes tan deseado "derecho a decidir" (pero debidamente desdibujado o diluido). Proclama programática que los partidos verdaderamente nacionalistas catalanes como la antigua Convergencia y la Esquerra Republicana, ya habían dejado atrás al pasar pantalla y ahora luchar, directamente y sin eufemismos ni desvíos, por la independencia total y la creación de una República Catalana (que la Colau, con su partido, intentará retrasar, con lo que indirectamente remará a favor del españolismo centralista).
No nos dejemos engañar, antes por el PSC ahora ya descabalgado, ni ahora por los cantos de sirena de los "nuevos lerrouxistas" como el Iglesias o la Colau.
Nosotros, a lo nuestro, a pesar de los problemas que nos causan una demografía ligeramente hostil y que fue el arma principal, en tiempos recientes, de nuestros enemigos seculares de la España castellana.
Coronel Von Rohaut
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