Cuando el griego macedonio Alejandro Magno, en su campaña contra el Imperio Persa de Darío III, se encontró en la comarca de Frigia (hoy Anatolia, en Turquía), con el "Nudo Gordiano", un nudo de cuerda muy intrincado, creado por los dioses y cuya leyenda decía que quién lo deshiciera conquistaría el mundo, no lo dudó.
Aseverando que la leyenda decía que había que deshacerlo, no desatarlo, cogió su espada y lo cortó por el medio. Cortó por lo sano y conquistó el Imperio Persa, venciendo en las batallas de Issos y Gaugamela. Y avanzó hasta la India.
Fue la mayor victoria de la historia de Europa sobre Asia.
Cortar por lo sano es lo que hoy muy pocos políticos se atreven a hacer.
Falta de huevos...
Coronel Von Rohaut
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