O la Batalla de Dunkerque de 1940, por la que los soldados franceses, muchos sacrificados y luego olvidados por la propaganda anglo-sajona, permitieron el reembarque del Cuerpo Expedicionario Británico, casi en su totalidad, y salvaron a Inglaterra.
Clikando aquí puede verse, en francés, un vídeo que lo documenta perfectamente.
Mi padre fue uno de los 35.000 franceses que quedaron en las playas y fueron hechos prisioneros por la Wermacht.
Coronel Von Rohaut
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