Claro que soy totalmente contrario al empleo de la violencia con los niños.
Pero a aquellos padres y padras "super modernos" y permisivos que, por un exceso de libertad mal entendida (muchas veces y en realidad por pereza y por dejación de sus funciones educadoras), tienen unos "hijitos", unos tiernos infantes que se comportan como unos auténticos cabroncetes mal educados, yo les diría que a estos niños y en casos puntales, una buena hostia bien dada puede salvar posteriores complicaciones en su puta vida adulta.
"Camarero, hay un niño en mi sopa..."
Claro que a veces y al ver como dejan que se comporten sus niños en restaurantes y otros lugares públicos, a ellos les daría yo una buena hostia (a las madres) o una patada en los huevos (a los padres).
Coronel Von Rohaut
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