Historias de cuernos y saltos de cama en las altas esferas politico-económicas

La actual pareja del divorciado presidente y Zar de todas las Rusias, Vladimir Putin es la chinita Wendi Deng, y se los ha visto juntos en la caribeña isla de Saint Barts en uno de los mega-yates de su amigo Roman Abramovitch, el potentado dueño del "Chelsea".

Pero esta Deng (*), hasta hace poco, era la pareja del viejo y herrumbroso Rupert Murdoch, pero magnate de las comunicaciones y rico que te cagas. El Murdoch la echó de su casa porqué al mismo tiempo se estaba follando a su amigo (hasta entonces) David Cameron, "Premier" del Reino Unido.

Y el Murdoch (el amor, perdón, la pasta, todo lo puede) se casó con la tejana Jerry Hall (¿de qué se estará riendo, de la pirula de su "novio" cuando no hay Viagra?), ex de otro vejestorio follador y adicto de la felación, como el Mick Jagger.

Como decía mi abuela "no n'hi ha un pam de net"...

Coronel Von Rohaut

(*) Que vendría a ser una Isabel Preysler de ahora y jóven. ¿Pero que tendrán estas chinitas o asimiladas? Es una pregunta retórica pues ya lo sé. Tienen grandes habilidades en numeritos de cama, eróticos y altamente especializados, como el "carrete filipino" que nunca me han explicado bien del todo; tampoco se lo pude preguntar al Miguel Boyer, que lo disfrutó (como mínimo, el tercero de la lista) y parece que quedó encantado con él.

Y antes de lanzarse a por el Vargas Llosa, la Preysler dicen se abalanzaba sobre el Florentino pero éste le dió calabazas ya que, al parecer, tiene orgasmos con las fotos del Cristiano Ronaldo en calzoncillos y ya le basta.

Y con el Vargas Llosa dicen que las acciones de los laboratorios Pfizer, fabricantes de la Viagra, han subido mucho. Y si Pfizer se alía con el fabricante del "botox", lo revientan...