miércoles, abril 13, 2016

"L'oeuf à la coque"

O un "huevo pasado por agua", era una parte habitual del desayuno de gente mayormente "fina" (*), así como de los desayunos de hotel.

Pero hace tiempo que no oigo hablar de ellos por lo que deduzco que es una moda que ya está pasando o que solo conservan el hábito de comerlo personas mayores así como los gentlemen británicos.

Había todo un ritual sobre cuanto tiempo tenían que cocer para que quedasen al punto, con la clara bien cuajada pero la yema lo bastante líquida para poder mojar pan (ya que de lo contrario sería un vulgar "huevo duro") y después te acababas de comer la clara de alrededor de la cáscara con una cucharilla, mejor si era de plata. Y había que descabezarlo con cuidado, rompiendo la parte superior o casquete  de la cáscara, con suaves golpes de la cucharilla, y con un cuchillo cortar la parte superior de la clara para llegar a la yema.

Coronel Von Rohaut

(*) El "bocata chorizo" es cosa de obreros: mecánicos y albañiles.

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