Un artículo periodístico revela que solo 3 (tres) de los 1.700 trabajadores en nómina de la televisión catalana (que había sido muy buena y que ahora casi no miro nunca) tienen menos de 30 años.
Sus empleados se han fosilizado y sus contenidos se han anquilosado.
Y cuando se estudian sus audiencias resulta que la mayoría es gente mayor.
Una gran obra de Pujol y los suyos que, si Dios no lo remedia, se irá a la mierda.
Como a la mierda se va ya gran parte del legado cultural de la época Pujol y su gran Conseller de Cultura, Max Emanuel Cahner (1936-2013), un judío alemán por parte de padre y catalanista hasta el tuétano y que fué uno de los fundadores de Convergència. Creó (entre otros logros) unos espacios culturales en el palacio Moja, de las Ramblas de Barcelona, y ahora los mandatarios sociatas y "colauistas" los han cerrado e incluso han sacado la placa que daba el nombre del "conseller" al espacio.
Que Dios les maldiga...
Coronel Von Rohaut
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