jueves, junio 09, 2016

Esta gente no es de fiar

Ya sé que ponerse en manos de la CUP para gobernar Catalunya y pilotar el "procès" era un "deporte de riesgo" porqué estos tíos (o mejor dicho, estas tías) llevan en su ADN anarquista el germen del "reventarlo todo" (*).

A mi, a veces hasta me han caído simpáticos (**), y en algunas posiciones hasta tienen razón; pero no se puede exigir el "todo o nada". No se puede exigir que una nueva sociedad libertaria llegue junto con la independencia de Catalunya (***); especialmente porqué este extremismo ideológico no es, no lo ha sido nunca, el de la mayoría transversal de la prudente y conservadora sociedad catalana, excepción hecha de cuatro fanáticos alocados o antisistemas fumados (que son otra rama...).

Que cada vez que un President de la Generalitat tenga ganas de ir al lavabo para mear, tenga que pedir permiso a los "cupaires" y estos tengan que consultarlo, cada vez y todo, a sus bases, hace ingobernable cualquier país (y puede inflamarle la próstata al bueno del President). ¡Claro que cuando "Junts pel Si" lo hizo, es que no había nadie más y mecachis en la mar... vaya desgracia de país tenemos los catalanes!
¿Qué habremos hecho para merecer ésto?

Como decía hoy alguien, las "CUP" no son "democrátas"; son "asamblearias" y esto es otra cosa distinta, peligrosa y disfuncional.

E incluso no son "independentistas" si no que lo supeditan a un cambio radical de sociedad; la suya o sea, son totalitarios. La verdad, a mi, pasar del franquismo al "cuperismo" tampoco me emociona demasiado (me la pone más dura la Arrimadas...).

Coronel Von Rohaut

(*) Como la CNT-FAI de los años 30, cuando anteponían hacer su revolución a unir esfuerzos para ganarle la guerra a Franco y sus fascistas. Y no pudieron hacer "la revolución" y nos hicieron perder la guerra a todos...
(**) Pero, ojo, de los que protagonizaban aquel simpático spot televisivo de la anterior campaña electoral, ya no queda ninguno. Todos han ido dimitiendo por exceso de fanatismo de las cuatro tías (y algún calzonazos amariconado) que se han erigido en dueñas del cotarro, en Torquemadas del movimiento.
(***) Ya hace años un "cupaire" me decía "la independencia sí, pero según para qué...". Y ahora lo entiendo, no era ni para hacerme feliz a mi ni a ninguno de los millones de catalanes que hace años venimos luchando por nuestra dignidad nacional. Solo es para dar cumplimiento a su fanatismo  orgulloso, a su dogmatismo radical y predemocrático, a su Sociedad utópica. 

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