Hace poco he recibido dos noticias, una mala y la otra quizás también.
La pimera, del Ministerio de Empleo y Seguridad Social que, como cada año, me aumentan la pensión de jubilación (despues de 45 años cotizando y casi siempre por el máximo) un 0,25% o sea, para dos cortados, y gracias.
La segunda, de mi compañía suministradora de gas y electricidad, comunicandome que no me preocupe por las constantes noticias de las oscilaciones de la tarifa eléctrica, casi siempre al alza, ya que las mismas no me conciernen a mí, ni afectan a mi recibo de "la luz". ¿Será porqué ya me vienen aplicando la tarifa máxima? Ni lo sé, ni me importa, ni lo quiero comprobar; prefiero vivir tranquilo en la ignorancia...
Lo que sí me preocupa es que, frente a la congelación, en la práctica, de las pensiones (un 0,25% es una puta mierda ¿no?) parece que, segun todos los indicadores (precio del petróleo, etc.) ha terminado, en España, la época de la deflación que, en los ultimos años, ha venido a paliar los efectos de lo primero. Y una inflación de un 2% anual afectará gravemente nuestro poder adquisitivo. Ya lo decía un sabio: "de viejos no debería quedar ni uno..." (ni los que solo se distraen mirando la obras y su progresión) y tal parece que en esto están; nos matarán de inanición si nos nos morimos antes de asco
Coronel Von Rohaut
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