A principios de enero tuvo lugar una operación encubierta en el Yemen, en la peninsula arábiga, llevada a cabo por una unidad de los SEALS y primera autorizada por Trump, la cual devino en un fracaso, al morir uno de los operadores (más varios heridos)
y darse varias bajas civiles (daños colaterales) y la pérdida de una aeronave de 750 millones de dólares, sin lograr ninguna detención, arresto o neutralización de elementos de Al Qaïda (que era el objetivo de la misión).
Ahora, el general Joe Votel, que era el jefe del CENTCOM (United States Central Command), puesto que alcanzó después de comandar el USSOCOM por nombramiento de Obama y donde sucedió al almirante William McRaven (siendo, luego, el primer comandante de las Fuerzas Especiales que llegaba a este rango en un Unified Combatant Command), se ha hecho responsable de esta operación y ha asumido sus cargos, si bien ha defendido lo bien fundado de su decisión.
Coronel Von Rohaut
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