Tu que venías en plan dialogante al final te has desenmascarado y has aceptado confesar que, para ti (y para millones de hispano-castellanos ultranacionalistas y centralistas) los catalanes, más que una nación discordante, no somos más que "una matraca" o sea, una molestia a la que hay que acallar (a poder ser, para siempre).
Gracias, vicepresidenta castellana y soberbia, por aclararnos que, para vosotros, los catalanes solo somos unos "torracollons".
Y que, eso sí, mientras pagamos religiosamente, mejor estaríamos calladitos...
Pues mira, chata, lo que estamos haciendo ahora mismo es preparar largarnos a toda vela y dejaros con vuestras inmensas e inasumibles deudas externas, y con el culo al aire (*).
Coronel Von Rohaut
(*) Y los que vendrán a daros con la matraca y en todo el morro van a ser vuestros acreedores internacionales.
Ah, y que sepas que con gente que trae ejércitos extranjeros a matar paisanos, mejor es no jugar, ni habitar. Todavia no se os conoce tratar de terrorista a aquel del que heredasteis el atado y bien atado constitucional.
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