El Mariscal vuelve a trabajar (y cobrar) para el Consistorio de Barcelona y dibuja (es un decir) el cartel de las Fiestas de la Mercè. Seguramente gustará a los pseudo progres; pero es una mierda.
No por ser progre si no por mal gusto y poca calidad artística.
Como el pobre Cobi de los JJOO de 1992, que en paz descanse. O, peor aún, la puta gamba del puerto de Barcelona...
Y ayer los venezolanos de la oposición al Maduro (que mas que Maduro ya está podrido...) y residentes en Barcelona, celebraron un referéndum y el Ayuntamiento no les cedió locales adecuados y tuvieron que poner mesas y urnas en la puta calle... ¡Viva la democracia colauista...!
Coronel Von Rohaut
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